Estimad@s señor@s,
les escribo para constatar un hecho del que estoy seguro ustedes no pueden ser ajenos. Ustedes, como aquellos vendedores de telas mágicas transparentes del cuento infantil, deben de pensar que los consumidores somos tontos. E igual que aquellos vendían telas inexistentes al emperador ustedes venden cada vez más aire en su caja de pastas artesanas, llegara el día en que la caja contenga únicamente aire y 2 pastas en cada esquina, eso sí gran cantidad de plástico y una caja de cartón que no se reduce a pesar de la ausencia de contenido.
Sepan ustedes que como en el cuento, al final todo el mundo se da cuenta de que la caja está vacía. Este camino es peligroso ya que tendrán que seguir quitando una pasta cada trimestre para compensar el descenso en las ventas producido precisamente por estas prácticas de dudosa eficacia. Sepan ustedes que el "brillante" cerebro que ahorró millones a su compañía quitando una aceituna en cada ensalada tuvo que parar de quitar aceitunas en algún momento.
Por favor, traten de ganar vendiendo pastas, no vendiendo aire y plástico. A mi personalmente ya no me venden más.
